El filo de tu indiferencia
va cortando mis venas
desangra los días de diciembre
amorata el sol invernal.
La ventana de escape
sarpó
helóse en tempanos
entre cortinas de estiercol
sin música de Bach
ni infiernos que apagar.
Suspendida en el aire,
sin oxígeno
yace mi cuerpo
trasluce un extraño color
pequeños destellos dorados
recuerdos plateados...
el cabello gris, nieve, infinito,
sólo faltabas tú,
tu beso de muerte,
para congelar mi corazón,
para ser la última estrella del sur,
la primera del sexto sol,
floto
más alto
inalcanzable.
22/12/07 corriendo en sentido contrario a mi destino
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