Costumbre

Empiezo un nuevo año sin ti
ya es costumbre en mi entorno.

Soñar, que sueño contigo en diciembre,
en la mañana después del desayuno,
al tomar las llaves del auto para la faena,
quizá entre el denso tráfico de la ciudad.

Soñar, que te amo en la soledad no contratada,
en la felicidad que se empeña en seguirme,
en ese éxtasis de vida no compartido
que me provoca la brisa del mar.

(Me despedí desde el año que te decidiste por ella)
la página que guarda nuestra historia, dio vuelta,
hoy estamos en el latido equivocado de tu camino
en el escape de la rutina, en el despertar de tu error.

Flor González, explicando los tropiezos del corazón

Me miras

Tú eres igual que yo
simple y llano al amar
al caminar por la vida
al mirar por la montaña

He visto como me miras
tus frases cortadas al viento
cuando te refieres a mi sonrisa

He sentido el acelere de tu corazón
cuando rozas tu brazo con mi blusa
por la forma como me rodeas al despedirte
por los mensajes que me mandas en tu viaje

Pensé que nuestro destino había terminado
y aun existo en la palma de tu mano,
en tu carta astral palpita mi amor.


Flor González, nos volveremos a encontrar en la medida de tu juramento

Desierto

No hay desierto esta vez,
la arena cae en destellos luminosos
de mis manos a mis pies.

Mi pasado ennoblece en el valle
entre coronas y tumbas
cerca de las maravillas del Cairo.

Renazco del sol y me inmortalizo en las dunas.

Florezco a las orillas del Nilo y vivo en sus diques.

Aspiro el calor de la mañana
abro la ventana
y ahi estás...
comprando naranjas.

Flor González. Aun sin ti, te tengo conmigo.

A vos

En las aguas del Nilo beberé tu amor
quemaré tu barca
y con un suave aliento
soplaré las cenizas al viento.

En la arena del desierto besaré tu piel
arderé entre tus brazos
y sanaré tus heridas en guerra
con la pasión de un nuevo mundo.

Flor Glez