sábado, 2 de abril de 2011

Saneando el alma


No importa donde esté o lo que experimente, cuento con Dios. Reconozco esta verdad también para mis seres queridos. Los visualizo protegidos y guiados -siempre al cuidado de Dios.

Incremento mi fe al saberlos felices, saludables y disfrutando de la vida.