jueves, 15 de noviembre de 2007

En el hospital de las almas rotas... te encontré

Noviembre trae penas desgastadas
en las sandalias de tu amor,
penetra el sonido de la gaitia
anunciando que el mundo se acaba,
con la mirada suplico -no te vayas
sin embargo, he destruido la magia,
la magia de los besos en las sombras,
me extravié en el último café de Marte.
El hospital de las almas rotas
no me quiere aceptar por letal
por el virus extraído de las bromelias
que se esconden en lo alto de la selva
apenas alimentada por gotas de humedad
con la esperanza de un rayo de sol
que cure su incipiente deslumbramiento de amor.
El saxofón anuncia la mortaja
arrastrada por el viento en fieras olas
que se impacta en los minerales
que recalan a la orilla de un lago escondido,
sin fármacos para el desvelo herido
sin cura para la agonía de verte y perderte
en el rocío de la vegetación que cultivas
en el viento que cruje la madera de tu barco,
el octubre que se alejó ahogado de lluvia,
en el paso frío de un lento noviembre
que amarilla mis melancólicas hojas de mayo.


Flor González

15/11/07 porque rompo mis promesas de desconectarme de la inmediatez sensorial de mi existencia para que no se me pase la estación.

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