Decíme
porque tardás tanto
en llegar a mi vida
Decíme
porque ya no
te voy a hablar
Decíme
porque regalas promesas
que nunca llegan.
Decíme
porque ya no quiero
alimentarme de vacíos
de palabras huecas
de palomas mensajeras
que mueren en el cumplimiento de su deber
de amores lejanos
que fallecen en la distancia
de sones que borran
la poca alegría que me queda.
Decíme
que ya no vendrás más.
Decíme
que tu sombra
se perderá con la noche.
que tus pasos, con el sonido de la calle.
que tus ganas, con el color de mis venas.
Decíme
que ya encontré
la forma de despedirme.
Flor González
21/11/07 aunque no estás, ya te di por despedido. Bye.
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