sábado, 3 de noviembre de 2007

Centollas de Investigación

La pasión por ti**
me llevó a caminar por el mar**
crear una burbuja de oxígeno**
donde pudieras vivir,**
ahí,**
en la fría oscuridad del profundo océano,**
sin más compañía, **
que la lámpara de mi corazón.****
Flor González Pavón 29/oct/07 *



El pasado 21 de Octubre en mi viaje de cuatro horas de la Cd de Mérida con regreso a Cancún, en el autobus tuve la oportunidad de ver un documental sobre la experiencia de los "Centolleros", pescadores de centollas de Alaska.
Comparto con ustedes mi impresión del documental porque marca la posición a que me ha llevado leer sus comentarios en la red pública y en la privada, los acontecimientos sucitados en el doctorado, las circunstancias propias que nos envuelve, en este momento, a cada uno de nosotros y en la cual los demás no tenemos ingerencia o ni siquiera imaginamos lo que ocurre y por ende, la vida misma.
Estos grandes hombres del mar, como nos sitúa el título, se trasladan a la parte más norte de América en dirección Oeste para poder tirar sus jaulas de fierro pesado, de 6 metros cuadrados en tamaño aproximadamente y un metro de ancho. Cada barco centollero de acuerdo a su inversión es en tamaño,tripulación, jaulas y demás equipo indispensable para la tarea.
La tripulación consta de diversas edades, desde adultos mayores que podríamos decir que ya no tienen la edad para llevar a cabo esa labor tan arriesgada y jóvenes novatos, quienes sin experiencia son contratados para darles y darse, ellos mismos, la oportunidad de probarse que pueden lograrlo.Los centolleros con mayor experiencia ya saben por que parte del extenso mar colocar sus jaulas, cuanto tiempo se dejan, cuando levantarlas y aun en cubierta, medir el tamaño de los animales marinos, regresando al mar las pequeñas centollas u otras especies que se hayan colado en la jaula. Deben contemplar el tiempo estimado para la caza de las centollas y luchar contra el tiempo cuando les adelantan la veda en pleno mar.
Saben que el trabajo en equipo es fundamental, y la tripulación que alcanzó mejores resultados fue aquella que supo escuchar a todos sus integrantes, incluso hicieron parte del equipo al novato, por lo que él puso más ganas al trabajo y en cambio, recibió una mayor recompensa económica a la convenida.
La tripulación que se echaba la culpa de los errores entre ellos fue la más baja. Porque desde el inicio de la temporada ya iban con el desanimo en el rostro y su irresponsabilidad desde el embarque nadie la quiso asumir. Sucapitán, un hombre apasionado del mar, dijo: "lo importante de esta experiencia, es la experiencia misma, aunque la labor aparentemente es la misma, nunca las temporadas son iguales unas a otras. Recojo lo que dejó ésta. No me arrepiento de la tripulación que elegí, fue una buena experiencia y lo volveré a intentar. Estaremos aquí en la próxima temporada."
Esa pasión por hacer las cosas, es lo que mueve al ser humano a hacer la diferencia. La diferencia no radica en seguir los pasos exactos de tus antecesores, puedes hacerlo! sino está en los aportes que tú le haces, que tú como investigador, con tu mirada, con tu propio proceso de reflexión le das al objeto de estudio.
El mejor barco pesquero no hace al mejor pescador de centollas de Alaska. El capitán que más hable o tenga más experiencia en la pesca de contollas no es aquel quien tiene la última palabra con los resultados ni es quien debe modelar a los demás centolleros.
No importa lo que hagas. Hasta pasear perros tiene su planeación y sudisfrute. La diferencia es en lo que significa para ti, en cómo ayudas a los demás, qué beneficios obtendrás de ello tú y para con los demás, etc.
La relevancia radica en suministrar tu entrega a lo que emprendes, lo debes disfrutar pero que ello no te implique la indiferencia a apreciar la vida misma. A veces por buscar la grandeza nos olvidamos de las cosas simples de la vida, y es ahí donde radica el encanto de la naturaleza. Subjetividad - Objetividad, fantasía - realidad, cuantitativo -cualitativo, cantidad o calidad, ser o no ser, he ahí los dilemas de la vida, no?
Vivir o morir es una realidad palpable.
Cuando Andrea mencionó la relatividad al inicio del curso, me dije "está chica si sabe de lo que habla". Las circunstancias que vamos experimentando nos hacen ir tomando decisiones que para otros pueden ser poco convencionales y la ciencia, a veces es tan rígida que toma muchos lustros, incluso la muerte del investigador (como en el arte) que se tomen a consideración sus aportes o el paradigma creado por él y si sumado a lo anterior, se observa una cúpula de poder, ya no la misma élite dentro de la comunidad científica sino el poder ecónomico que mueve materialmente al mundo, ´¿estás dispuesto a dar tu vida en favor de la ciencia, de un mundo mejor?
Con todo respeto, estoy dispuesta a tener claros mis pensamientos y dedicarme a la investigación por que me encanta y lo disfruto pero con un buen suministro del gozo de mi propia existencia. Seré una investigadora que crece a su propio ritmo y sintonía sin animo de competencia que es el desgaste más absurdo de nuestra naturaleza humana creada por el capitalismo.
Abro paso a los que tienen prisa y sí, el universo es tan exacto, preciso y justo, que retribuye en aquello que justamente le diste. No me queda más que ser generosa con mis centollas, ir tras cada temporada a disfrutar de las inclemencias del tiempo y de la marea furiosa, porque el precio de la experiencia esta en su naturaleza misma, la sal del mar, el viento en los cabellos, la fría brisa en el rostro y los choques de las jaulas en la cubierta mientras las sitúo en el lugar preciso.El olor a mar es lo que vale la pena. No importa si fueron pocas o muchas las toneladas de centollas que atrapemos. Para mi, el valor radica en transpirar la experiencia misma.
González Pavón, Flor de la Cruz (2007). Aporte dado en el Foro de Técnicas y Estrategias de Investigación en el Programa Latinoamericano de Doctorado en educación, 7a. Promoción, Universidad de Costa Rica.

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