
se muere
nos confunde el dolor.
El estomago pelea con el corazón
mientras la mente
anesteciada...
adormilada...
aniquilada....
contempla su cuerpo
en la antesala del infierno.
Cuando eres testigo
del asesinato del amor
e inmóvil,
permites que el inculpado
viva su propio castigo,
eres tan cobarde como él.
Cuando de tu puño
rompes las alas de tus cadenas,
en influjos del sueño amargo,
sacrificas tu corazón
por el aroma de una bromelia,
la tierra sucumbe al terremoto,
en ecos sistemáticos,
en el barro centro de una paloma.
Flor González Pavón
31/oct/ 07 Mudo testimonio. Silencio. Duelo. talvezmañanaresurrecciónalmenosenmí.
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