domingo, 28 de octubre de 2007

Los pétalos amarillos y blancos me coronan

En esta noche
que precede a nuestro encuentro
veo el mar en tus ojos,
un océano verde añejo
de experiencias entrañables,
grandes olas sin espuma,
de aguas cristalinas
con sabor a biblioteca de naranjas.
Esta noche descalza
camino por la casa
me ilumina una luciernaga,
la esperanza ciega
de reflejarme en Iris,
la sorda voz agrietada
que te impide alejarte.
Esta noche mientras duermes
migaré el pan de muerto
que sea la arena de tu playa,
con la humedad de mis lágrimas
se limará la aspereza de su grano,
velaré la conjetura de tu sueño
para darte el sí del amanecer.

Flor González Pavón

28/oct/07 En el momento que acepto que estás anidando en mis pensamientos y no puedo expulsarte de ellos... me gusta, de hecho.

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