miércoles, 31 de octubre de 2007

La Última Hoja de Octubre

Me mirás,
y te encuentras...
creés que soy un epígrama,
un lotus extraviado en el tiempo...
y te enamorás...



Somos dos hojas
de amarillo pacífico
de dorado encuentro,
hermanas del mismo árbol
pero cultivadas en el viento.
Hemos recorrido, viajeras,
sendas que se cruzan con el tiempo,
intersecciones de manzanas
sin ánimo de ostáculos.
La última hoja de Octubre
acarició nuestra faz
en dimensiones paralelas,
tu rostro del otro lado del cristal
ha cambiado,
no el olor de mi esencia.
La última gota de mar
tocó nuestra frente
y supo a dulce café,
el cristal que veías en mí
eran las heridas de tu ayer,
fracturas que empañaban la vista,
y que hoy,
has limpiado con cautela,
en el último bao de Octubre.
El cristal roto,
eras tú reflejado en mí,
en lo más profundo de mi corteza,
en el corte perfecto de una hoja de otoño
que disfruta ser arrullada por la brisa.
La última hoja de Octubre
despegó sus alas en lagos de incertidumbre,
se agita ajena a los insectos,
maravillada en éxtasis azul marino.
Quererme lleva más
que un intercambio de ideas,
amarme es más simple
que dominar el arte de escapismo.
Flor González Pavón
31/Oct/07 Cuando la última hoja de Octubre cayó en el aquelarre y se dió cuenta que era más que una bruja, era una guerrera, era una madre, era una hermana, era una hija y como siempre era la mujer equivocada. Y sin embargo, sigo enamorada de mi hoja de maple.

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