viernes, 25 de enero de 2008

Un deseo

Un deseo me pides
y yo, te concedo cuatro,
quizá ni cuenta has dado.

Es la forma en que me miras
-cuando realmente me miras-
lo que hace que te vayas,
puedo sentir el reposo de tu alma
la extraña sensación del miedo
en la virtual entrega de un beso
cuando estás conmigo...

Es la diferencia lo que hace que regreses
es la diferencia lo que hace que te vayas
me lastima el verte y el no,
me duele la distancia y el si,
ceder un poco no es vaciarte de ti
sólo quiero alguna noche para mí.

Dejate amar y consentir por mi
que 30 amaneceres pintaré en tu ventana;
en nuestra recámara sólo tu gobernarás
ahora que estoy aquí,
partiré a la mañana 31, tomaré el avión,
te dejaré el nido vacío,
atendiendo a tus deseos.


Flor González

19/12/07 Quisiera prometer que es el último poema sobre ti pero... no puedo... eres una tóxica fuente de inspiración.

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