
El dolor tiene su cura en la óptima actitud con que se le tome.
Tú
que hoy me besaste
con la suave forma de tus labios,
que depositaste una esperanza
en el cuerpo de cántaro
que hoy me cubre,
aliviaste por un momento
el cólico de mis ovarios
la melancolía de un amor inconcluso
la esperada calma.
Tú
eres el amor
el que yo anhelo.
Domingo de recitales músico-poéticos.
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