martes, 5 de junio de 2007

Sensaciones raras de Martes

Generalmente después de la firma de un contrato me viene una sensación rara, incertidumbre supongo. Cuestionamientos sobre si serán buenos inquilinos, responsables y puntuales con sus pagos, una serie de cosas por que son personas que no conoces.
Los locatarios salientes te dejan broncas, que si adeudos de agua, electricidad, tuberías rotas y un montón de anomalías a la propiedad, mismas que debes corregir lo más pronto posible, por que el nuevo locatario que además a hecho un traspaso de negocio, no de local, le "urge" hacer su apertura.
Si observan es el juego de las relaciones de cualquier tipo: cuando se deshacen hay algún mal sabor de boca y cuando la inicias no sabes que te depara el destino, sólo pones tu mejor cara y voluntad.
Fue un martes de ánimo caluroso y no por lo afectivo sino por lo negativo.
Una secretaria además de no contestar mi saludo tomó actitudes de que no toleraba mi presencia en la oficina, ¿motivo? lo ignoro. Soy muy respetuosa de mis semejantes y de sus vidas.
La directora no pudo ocultar su molestia ante mi aportación (sorpresiva para ella puesto que soy cumplida y organizada) con diversas actividades para la semana de lectura, cultura y tecnología de la escuela. Y mi comentario como asesora ante la fiesta de fin de curso que quiso hacer su subdirectora, le hizo fruncir el entrecejo. Lo siento. Soy de decir y hacer las cosas que considero correctas en el momento que se dan.
Hay que ser congruentes con nuestro actuar, con las propuestas, sobre todo con aquello que influye directamente en un grupo no en forma particular.

Si tan sólo estuvieras aquí
si tan sólo estuvieras
si tan sólo
si

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