lunes, 28 de mayo de 2007

A veces...

A veces uno se amarra
a piedras
que lo llevan
al fondo del río.
A veces uno se equivoca
y cuelga su corazón
a papalotes
que se estrellan en el suelo
o se pierden en el viento.
A veces uno quiere llorar
y la arenosa ócula
se cuartea
esta seca
polvorienta.
Flor González 28 mayo 07
Cuando la tarde languidece
y renacen las olas...
o algo así...

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