miércoles, 4 de junio de 2014

El concepto del amor

El amor es un constructo social-mente trivializado. El amor es un concepto más profundo que los griegos. El amor se trabaja con el cerebro. Con la amígdala para ser más precisos. En la mente humana es donde se genera la emoción o el sentimiento, según quieras llamarle, una vez que has elegido pareja, familia o amistad.
El amor se trabaja, sí, así como lees, el amor se trabaja a nivel cerebral para darle conciencia a tu persona que quieres a esa persona. Tu mente influye en el cerebro. Tu cerebro influye en tu "corazón", en tus emociones, en tu lenguaje corporal, en tu comunicación, en tu comportamiento, entre otros, para dar cabida a esa relación social que has seleccionado.
La necesidad de "amor" se genera en tus instintos animales: en la sexualidad, en la reproducción, en la atracción. Sin embargo, los humanos podemos controlar estos instintos y, por tanto, también trabajarlos.
Una vez, aceptada nuestra condición reptiliana y, en el afán, de enamorarnos, las personas debemos trabajar el amor hacia nuestro contexto social. La teoría estética (que no solo es belleza y tiene una visión más allá del arte) nos provee las herramientas para enamorarnos de la naturaleza, de sus sonidos, de sus aromas. Nos permite apreciar los pequeños detalles cotidianos de las personas con las cuales interactuamos. Nos enseña a sorprendernos aun en la simpleza y a reír en condiciones poco propicias.
Las inteligencias múltiples como la emocional y la social nos permiten cultivar propositivamente una relación con la otra persona. Y en el caso de la pareja, nos da elementos para enamorarnos, no solo para la conquista si no para que este enamoramiento prevalezca en el tiempo, en los años, en la convivencia y así, lleguemos a viejos con una relación "mágica", de "ensueño". Fuera de eso, todo lo demás, o todas nuestras otras relaciones, son cortesía y educación.
El amor se trabaja en la atención que le das a la otra persona, en la forma que la miras, en cómo le hablas, en qué tanto estas dispuesto a darle u ofrecerle de ti al ser que dices amar. En ayudarle en las mínimas y grandes cosas que le ocurren y, en las que comparten. En apoyarle en alcanzar sus sueños personales y en los que se trazan como pareja. En nunca dejar de soñar juntos. En despojarse de egoísmos, prejuicios o estereotipos. En compartir los valores universales (como la honestidad y la verdad). En hacer lo posible y lo imposible para procurar su bienestar. Y todo ello se trabaja a nivel cerebral.
El amor no conoce -ni le importa- la economía, la religión, los estratos sociales, títulos profesionales ni cargos socialmente relevantes. El amor está más allá de eso.
El "amor" puede seducirte miles de veces pero si no estás dispuesto a trabajar con él y para él, es inútil, jamás permanecerá a tu lado.
El amor puede ser profundo, desgarrador, envenenador, llevarte a la locura. Pero implica trabajo. Implica compromiso. Implica responsabilidad. Implica deseo. Implica que las dos personas trabajen en función de ese amor, de esa relación; no sólo una.

o vos que crees?

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